Paprika, o cualquier especia de chile para el caso puede ser un acto de equilibrio difícil para lograr cualquier tipo de armonía y, francamente, encontramos algunas patatas fritas de chile demasiado ardientes hasta el punto de que no puedes sentir tu lengua cuando llegas al final del bolsa. Ahora me gusta una crujiente picante, pero no quiero terminar con lágrimas y un ruido líquido al final.
El pimentón de Rubio tiene de alguna manera esa patada que nos gusta, pero sin la necesidad de chupar un ...